Hola amor, te escribo una última vez o eso creo. Tengo que
reconocerte que hay días y días, y hoy es uno en los que el alma no da para
más. Siento que los días malos son agotadores y los buenos no compensan tanto
como deberían. ¿Para qué mentirte? Espero todos los días que vuelvas a mí pero
nunca sucede. Tal vez podías pasarte aunque no sea para quedarte, sólo para
decir que nunca nadie podrá sustituirme, con eso prometo darme por satisfecha. Olvidaré las promesas que no tienen ya valor, te juro que lo haré
algún día. Siento que quiero decirte tantas cosas. Te quiero pedir perdón por
tantos y tantos errores, aunque ya no sirva de nada, sólo para que sepas que no
fue mi intención acabar así. Aún cuesta creer que no sea yo la que te saque
sonrisas y por la que estás colado hasta los huesos. Aún cuesta creer que
no quieras venir a consolarme, a abrazarme y a sentir mis manos sobre ti. Claro que cuesta, ¿cómo no va a costar que no vengas a animarme las tardes?, ¿cómo no va a costar tener la cabeza en tu pecho y sentir la paz?, ¿y qué me dices de las tardes que recorríamos las calles como si fuéramos los reyes de ellas?. ¿Te acuerdas cuando te quedabas observándome con tu peculiar sonrisa? Yo me
sonrojaba y miraba para otro lado, incluso me enfadaba contigo para que dejases
de mirarme de esa forma. ¿Te acuerdas cuando me cantabas al oído y me abrazabas
fuerte?, parecía que quisieras tenerme para siempre. Espero que nunca olvides
esas cosas, yo las tengo guardadas muy dentro de mí. A veces pienso que
algún día te miraré y recordaré lo precioso que fue, aunque si te digo la
verdad no quiero tener que recordarlo…
Siento que mi vida no tiene mucho sentido ahora, que la felicidad
no es la misma, que el corazón ya no está ilusionado, que late por latir y eso
no es vivir. Dime que será de mí si me sigo perdiendo todos los días en
nuestros recuerdos, dime qué será de mí si vivo la pena de no tenerte más.
Prometo que lo intento, intento no pensarte, pero no consigo vivir sin música y
todas las canciones hablan de ti . Sé que ya no puedo hacer nada, y
no veas como me mata por dentro.
¿Y ahora qué? Si no luchas no ganas, o eso dicen. Pero aquí no hay
nada por lo que luchar, aunque parezca mentira ya no queda nada de tu amor. Sé
que no puedo reprocharte nada, que el amor viene y va y que nadie es dueño de él.
Pero no sabes como duele levantarse cada día sin tenerte aquí, sin poder
contarte lo que me pasa y lo que no me pasas, lo que pienso y lo que no pienso.
Y juro que ahora te veo y no te reconozco, quizá conmigo siempre fuiste
diferente y eso se acabó, pero echo tanto de menos como eras antes... te juro
que es lo que más echo de menos.
No puedo explicar el vacío que siento por dentro, ocupabas tanto
dentro de mí que cuando te fuiste te llevaste todo contigo. Te di mi vida y tú
me la diste a mí, estaba claro que alguno tendría que salir perdiendo. Pero,
¿qué más da? ahora sé lo que es amar, sé lo que es tener al corazón contento,
sé lo que es vivir. Pero creo que tú no sabes lo
que es buscar tus labios y tu sonrisa en cada persona que veo. Hace tiempo
comprendí que nunca lo encontraré, que nunca encontraré la luz de tus ojos en
los de otra persona, que nunca encontraré la suavidad de tus manos ni el olor
de tu piel en nadie más. Porque son todas las cosas que te hacían especial las
que me hacían aferrarme a ti.
Si pudiera volver atrás cambiaría tantas cosas…estaría
pegada a ti todo el tiempo que no supe estarlo, te daría todos los besos que un
día te negué. No veas como me arrepiento de eso ahora que no estás, no veas
como me arrepiento de las malas caras y los días grises. Supongo que me querías
tanto que nunca pensé que pudieras dejar de hacerlo, está claro que me
equivoqué y que parte de la culpa es mía. Que una relación es de dos y no solo
uno tiene la culpa. Sólo quiero que sepas que intentaré olvidarte o al menos
dejar de recordarte, porque no me gustaría borrarte nunca de mi memoria. Sé que
es lo que tú quieres, y lo respeto. Ya solo me queda la experiencia de haber
rozado tus labios, de haberme colado en tu pecho.
No veas como duele la palabra siempre y acordarme de ti cada vez
que la escucho, hicimos nuestras tantas cosas y tantas palabras que es
imposible que no duela al recordarlas. Gracias por como me hiciste sentir, de verdad que sólo por eso ya tienes el cielo ganado. Tengo miedo de no volver a sentirte
nunca más, porque nunca es mucho tiempo, pero sólo me queda decirte: hasta
siempre amor..
Lo que vivimos ya nunca se irá. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario