martes, 16 de septiembre de 2014

ANSIADA LIBERTAD.

Por fin me he dado cuenta de aquello que andaba buscando, por fin he entendido que todo pasa por algo, que nada es casualidad. Siempre me ha gustado creer en el destino, en las pruebas que pone en tu camino y en la forma que busca de hacerte madurar.
Hacia tiempo que no comprendía que era eso de ser feliz, hacia un tiempo que lo había olvidado y no lograba ver por qué nos había abandonado la felicidad. Ahora lo entiendo, después de todo he logrado verlo. Y es que nos empeñamos en hacer de lo nuestro algo eterno, una historia sin fin. Admito que no ha durado mucho pero el tiempo que se mantuvo en pie lo hizo a lo grande. Pero todo tiene su comienzo y su fin, su preciado fin.
Durante el tiempo que duró lo aposté todo por ti y abandoné ciertas cosas de mi vida, me obcequé contigo; la verdad es que no me arrepiento porque en ese momento quería hacerlo y como dice la canción: ‘Pa aprender hay que perder lo que se apuesta’
Pero ahora llegó mi momento, el de dejar atrás la primera persona del plural y centrarme en la singular. Creo que nada me podría venir mejor ahora mismo, nada como volverme a encontrar conmigo misma. Nada como hacer todas esas cosas que echaba de menos cuando mi vida no era solo mía sino compartida, a veces sólo pensaba en ti y yo pasaba a un segundo plano. Ahora entiendo que lo que necesito es esa libertad, ese privilegio de pensar sólo en mí misma, sin dejar atrás la gente más importante que existirá en nuestras vidas: la familia, los verdaderos amigos.

Durante aquel tiempo no sólo fui egoísta conmigo y lo reconozco, también lo fui con la gente que me quería. Sé que me aleje de personas que no debería haberme alejado, pero todos cometemos errores, y es ahora cuando me siento con fuerzas para solucionarlos. Es ahora cuando tengo fuerzas de entregarme a todo lo que me rodea, entregarme a mí más que nunca. Y es que pienso poner al día todo lo que en su momento dejé atrás, y pienso salir, reír, cantar; pero lo que es más importante, hacerlo por mi cuenta. A disfrutar suelen decir. A volver a ser la que eras.

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